La guerra contra las drogas no fracasó
La guerra contra las drogas sigue siendo un éxito rotundo como mecanismo de control social. Las políticas represivas de control habilitan la criminalización de sujetos y territorios excluidos del orden socioeconómico. Por eso el debate sobre la regulación de sustancias ilegales no debería deslindarse de una crítica general del poder estatal en el capitalismo neoliberal.